Capítulo 34: La Comida - Page 4 of 7
- ¡Ya! – decía una campesina a un viejo que trituraba buyo en su kalikut-, [17] por más que mi marido no quiera, mi Andoy será sacerdote. Somos en verdad pobres, pero ya trabajaremos y si fuere necesario, pediremos limosna. No falta quién dé dinero para que los pobres puedan ordenarse. ¿No dice el Hermano Mateo, hombre que no miente, que el Papa Sisto era un pastor de carabaos en Batangas?. ¡Pues, mirad a mi Andoy, miradle si no tiene ya la cara de S. Vicente!.
Y a la buena madre se le hacía agua la boca viendo a su hijo coger el tenedor con ambas manos.
- ¡Dios ayude –añade el viejo mascando el sapá-; [18] si Andoy llega a ser Papa, nos iremos a Roma, ¡jejé!, todavía puedo andar bien. Y si me muero... ¡jejé!.
- ¡Perded cuidado, abuelo!. Andoy no se olvidará de que le habéis enseñado a tejer cestos de cada caña y dikines. [19]
- Tienes razón, Petra: yo también creo que tu hijo será gran cosa... cuanto menos patriarca. ¡No he visto otro que en menos tiempo haya aprendido el oficio!. Ya, ya se acordará de mí cuando Papa u obispo se entretenga en hacer cestos para la cocina. ¡Ya dirá misas por mi alma, ¡jejé!.
Y el buen anciano, con esta esperanza, cargó de lleno su kalikút con mucho buyo.
- Si Dios oye mis ruegos y mis esperanzas se cumplen, diré a Andoy: Hijo, quítanos a todos los pecados y mándanos al Cielo. Ya no tendremos necesidad de rezar, ayunar, ni comprar bulas. ¡Quien tiene un hijo santo Papa ya puede cometer pecados!.
- Envíale mañana a casa, Petra –dice entusiasmado el viejo ¡le voy a enseñar a labrar el nitô!. [20]
- ¡Hmjn!, ¡aba!. ¿Qué queréis, abuelo?. ¿Pensáis que los Papas mueven todavía las manos?. ¡El cura, con ser no más que cura, sólo trabaja en la misa... cuando da vueltas!. El arzobispo ya no da vuelta, dice la misa sentado; con que el Papa... ¡el Papa la dirá en la cama, con abanico!. ¿Qué os figuráis?.
- No está de más, Petra, que él sepa cómo se prepara el nitô. Bueno es que puede vender salakots y petacas para no tener que pedir limosna, como lo hace aquí todos los años el cura en nombre del Papa. Me da compasión ver un santo pobre y doy siempre todo lo que economizo.
Acercóse otro campesino diciendo:
- ¡Está decidido, cumare, [21] mi hijo ha de ser doctor; no hay como ser doctor!.
- ¡Doctor!, calláos, cumpare –contesta Petra-; no hay como ser cura.
- ¿Cura?, ¡prr!, ¿cura?. ¡El doctor cobra mucho dinero; los enfermos le veneran, cumare!.
- ¡Por favor!. El cura, con dar tres o cuatro vueltas y decir déminos pabiscum, [22] come a Dios y recibe dinero. ¡Todos, hasta las mujeres le cuentan sus secretos!.
- Y ¿el doctor?. Pues, ¿qué creéis que es el doctor?. El doctor ve todo lo que tenéis las mujeres, toma el pulso a las dalagas [23]... ¡Yo sólo quisiera ser doctor una semana!.
[17] Cajita que se usa para majar los ingredientes del 'buyo,' especie de chicle nativo hecho con una nuez de areca triturada y mezclada con concha molida y todo ello envuelto en una hoja.
[18] Masa de buyo en la boca.
[19] Pequeño pedestal redondo tejido de corteza de caña encima del que se ponen las ollas de barro para que no toquen el suelo o rueden.
[20] Especie de helecho de hojas largas que se teje para hacer sombreros, esteras, etc.
[21] Transliteración del castellano 'comadre,' que denota una relación especial que existe entre los padres de un niño y su madrina. Su masculino es 'cumpare.'
[22] Transliteración ignorante del latín 'dominus vobiscum,' saludo litúrgico que significa 'el Señor esté con vosostros.'
[23] Moza, virgen casadera.