Capítulo 59: Patria E Intereses - Page 8 of 8
- ¿Saben Uds. lo que he oído decir? –pregunta una criolla que así corta la conversación-. La mujer de Capitán Tinong... ¿se acuerdan Uds.?, aquel en cuya casa bailamos y cenamos en la fiesta de Tondo...
- ¿Aquél qué tiene dos hijas? Y ¿qué?.
- ¡Pues la mujer acaba de regalar esta tarde al Capitán General un anillo de mil pesos de valor!.
El manco se vuelve.
- ¿De veras?, y ¿por qué? –pregunta con ojos brillantes.
- La mujer decía, como regalo de Pascua...
- ¡La Pascua no viene dentro de un mes!.
- Temerá que le venga el chaparrón encima... –observa la gorda.
- Y se pone a cubierto –añade la flaca.
- ¡Satisfacción no reclamada, culpa confesada!.
- En eso pensaba yo; Ud. ha puesto el dedo en la llaga.
- Es menester ver bien eso –observa pensativo el manco-; me temo que allí haya gato encerrado.
- ¡Gato encerrado, eso!, eso iba a decir –repite la flaca.
- Y yo –dice otra arrebatándole la palabra-, la mujer de Capitán Tinong muy avara... aún no nos ha enviado ningún regalo y eso que hemos estado en su casa. Con que, cuando una agarrada y codiciosa suelta un regalito de mil pesitos...
- Pero ¿es cierto eso? – pregunta el manco.
- ¡Y tanto!, ¡y tal cierto!, se lo ha dicho a mi prima su novio, el ayudante de S.E. Y estoy por creer que es el mismo anillo que llevaba puesta la mayor el día de la fiesta!. ¡Va siempre llena de brillantes!.
- ¡Un escaparate andando!.
- ¡Una manera de hacer reclamo como otra cualquiera!. En lugar de comprar un figurín o pagar una tienda.
El manco abandonó la tertulia dando un pretexto.
Y dos horas después, cuando ya todos dormían, varios vecinos de Tondo recibieron una invitación por medio de soldados... La Autoridad no podía consentir que ciertas personas de posición y propiedades durmiesen en casas tan mal guardadas y poco refrescadas: en la Fuerza de Santiago [26] y otros edificios del Gobierno el sueño sería más tranquilo y reparador. Entre estas personas favorecidas estaba incluido el infeliz Capitán Tinong.
[26] También conocido como Fuerte de Santiago, fortaleza al noroeste de la ciudad murada de Manila, a la desembocadura del Río Pásig, que forma parte de sus murallas.