Capítulo 20: La Junta En El Tribunal - Page 8 of 8
- Y ¿por qué no lo habéis dicho desde el principio?.
- Quería decirlo, señores, pero Capitán Basilio habló y no he tenido tiempo... ¡Hay que obedecer al Cura!.
- ¡Hay que obedecerle! –repitieron algunos viejos.
- ¡Hay que obedecer, de lo contrario el Alcalde nos encarcela a todos! –añadieron tristemente otros viejos.
- ¡Pues obedeced y haced la fiesta vosotros! –exclamaron los jóvenes levantándose-. Nosotros retiramos nuestra contribución.
- ¡Todo está cobrado ya! –dijo el gobernadorcillo.
D. Filipo se le acercó y le dijo amargamente:
- Sacrifiqué mi amor propio a favor de una buena causa; vos sacrificasteis vuestra dignidad de hombre a favor de una mala y todo lo derribasteis.
Ibarra decía al maestro de escuela:
- ¿Quiere Ud. algo para la cabecera de la provincia?. Hoy parto inmediatamente.
- ¿Tiene Ud. un negocio?.
- ¡Tenemos un negocio! –contestó Ibarra con misterio.
Por el camino decía el viejo filósofo a D. Filipo que maldecía su suerte:
- ¡La culpa es nuestra!. ¡Vosotros no protestasteis cuando os dieron por jefe un esclavo, y yo, loco de mí, lo he olvidado!.