Capítulo 14: Una Casa De Estudiantes - Page 9 of 9
Esta Pepay era una rozagante moza que pasaba por sermuy amiga de don Custodio: á ella acudían los contratistas,los empleados y los intrigantes ctiando algo querían conseguirdel célebre concejal. Juanito Pelaez que tambien era amigode la bailarina se ofrecía á arreglar el asunto, pero Isaganisacudió la cabeza y dijo que era bastante haberse servidodel P. Irene y que sería demasiado valerse de la Pepay enasunto semejante.
—Veamos el otro medio !
— El otro es acudir á su abogado. consultor, al señor Pasta,el oráculo ante quien se inclina don Custodio.
—Prefiero eso, dijo Isagani; el señor Pasta es filipino, y fuécondiscípulo de mi tio. Pero ¿cómo interesarle?
—Allí está el quid, repuso Makaraig mirando atentamenteá Isagani; el señor Pasta tiene una bailarina, digo... unabordadora...
Isagani volvió á sacudir la cabeza.
—No sea usted tan puritano, díjole Juanito Pelaez; el finsalva los medios! Yo conozco á la bordadora, la Matea, quetiene un taller donde trabajan muchas chicas...
— No, señores, interrumpió Isagani; acudamos antes á losmedios honestos... Iré yo á presentarme en casa del señorPasta y si nada consigo, entonces ustedes hacen lo quieran conlas bailarinas y las bordadoras.
Tuvieron que acceder a proposicion y quedaron en queIsagani hablaría aquel mismo día al señor Pasta y á la tardedaría cuenta en la Universidad á sus compañeros del resultadode la entrevista.