Capítulo 59: Patria E Intereses - Page 4 of 8

- Pero ¿no has leído lo que dice El Diario?. ¡Lee!. “La traición infame bastarda ha sido reprimida con energía, fuerza y vigor y pronto los rebeldes enemigos de la Patria y sus cómplices sentirán todo el peso y la severidad de las leyes... ¿Ves?, ya no hay alzamiento.

- No importa, debes presentarte como lo han hecho el 72 y se han salvado.

- ¡Sí!, también lo ha hecho el P. Burg... [15]

Pero no pudo concluir la palabra; la mujer corriendo le tapó la boca.

- ¡Dale!, ¡pronuncia ese nombre para que mañana mismo te ahorquen en Bagumbayan!. ¿No sabes que basta pronunciarlo para ser sentenciado sin formación de causa?. ¡Jale!, ¡dilo!.

Capitán Tinong, por más que hubiera querido obedecerla, no habría podido: con ambas manos le tapaba la boca su mujer, oprimiendo su cabecita contra el espaldar del sillón, y acaso el pobre hombre se hubiera muerto asfixiado si un nuevo personaje no hubiese intervenido.

Este era el primo D. Primitivo, que sabía de memoria el Amat, un hombre de sus cuarenta años, pulcramente vestido, panzudo y algo regordete. [16]

- ¿Quid video? (¿qué veo?) –exclamó al entrar- ¿qué pasa? . ¿Quare?? (¿Por qué??).

- ¡Ay, primo! –dice la mujer corriendo llorosa hacia él-, te he hecho llamar, pues no se que va a ser de nosotras... ¿qué nos aconsejas?. ¡Habla, tú que has estudiado latín y sabes argumentos...!.

- Pero antes, ¿quid quaritis? (¿Qué queréis?). Nihil est in intellectu quod prius non fuerit in sensu; nihil volitum quin praecognitum (Nada existe en la inteligencia que no haya pasado por los sentidos. No se desea lo que se desconoce.)

Y se sentó pausadamente. Cual si las frases latinas hubiesen poseído una virtud tranquilizadora, cesaron de llorar ambos cónyuges y se le acercaron esperando de sus labios el consejo, como un tiempo los griegos ante la frase salvadora del oráculo que los iba a librar de los persas invasores.

- ¿Por qué lloráis?. ¿Ubinam gentium sumus? (¿En qué gentes estamos?)

- Tú sabes ya la noticia del levantamiento…

- ¿Alzamentum Ibarrae ab alferesio Guardiae civiles destructum?. [17] ¿Et nunc?. Y ¿qué?. ¿Os debe D. Crisóstomo?.

[15] El capitán Tinong no acaba de pronunciar el nombre del sacerdote secular filipino P. José Burgos, ajusticiado junto con otros dos sacerdotes nativos (Gómez y Zamora) acusados de ser los instigadores del motín de los marineros filipinos de la base naval de Cavite en 1872. Las muertes de los tres sacerdotes provocaron un cambio cataclísmico en el sentir de gran parte de la población civil, y muchos analistas consideran el evento como el chispazo que provocó la explosión lenta de la independencia del país consumada veinte años más tarde.

[16] El primo Primitivo había leído el tratado de filosfía escolástica en latín del Obispo de Astorga Félix Torres Amat (1772-1847), por bastante tiempo libro de texto común en muchos centros de filosofía escolástica. Don Primitivo fuerza una muestra innecesaria de su erudición con aforismos escolásticos latinos entreverados de frases que él compone en el latín más macarrónico, todo venga o no venga a cuento.
En su manuscrito original, Rizal ofrece traducción castellana a casi toda esta latinorrea en notas al pié de página. En el texto de esta edición HTML de la novela, las traducciones de Rizal van en paréntesis en letra bastardilla. Se puede advertir que Rizal comete alguna falta de ortografía latina, como 'quaritis' por 'qaeritis.' Contagiado del latinista Primitivo, este editor se atreve a decir que esto pasa 'quandoque bonus dormitat Homerus': cuando el mismo Homero se duerme, sin irritarse por ello como Horacio.

[17] Es esta una de las frases en latín rancio o macarrónico, que además adolece de gramática incorrecta. Rizal no la traduce quizás porque es puro español que suena a latín: '¿El alzamiento de Ibarra destruído por el alférez de la guardia civil?'

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halagáng kambíng