Capítulo 54: (Sin título en el original) - Page 5 of 6
- Quemad todo cuanto os pueda comprometer y que dentro de una hora os encontraréis en un lugar más seguro.
- Y ¿por qué? –preguntó al fin.
- Poned en seguro cuanto tenéis de más precioso...
- Y ¿por qué?.
- Quemad todo papel escrito por vos o para vos: el más inocente se puede interpretar mal...
- Pero y ¿por qué?.
- ¿Por qué?, porque acabo de descubrir una conspiración que se os atribuye para perderos.
- ¿Una conspiración?, y ¿quién la trama?.
- Me ha sido imposible averiguar el autor de ella; hace un momento acabo de hablar con uno de los desgraciados pagados para ello y a quien no he podido disuadir.
- Y ése ¿no os ha referido quién es el que le paga?.
- Sí, exigiéndome que le guarde el secreto, me dijo que erais vos.
- ¡Dios mío! –exclamó Ibarra y se quedó aterrado.
- ¡Señor, no dudéis, no perdamos tiempo, que la conjura acaso estalle esta noche misma!.
Ibarra, con los ojos desmesuradamente abiertos y las manos en la cabeza, parecía no oírle.
- El golpe no se puede impedir –continuó Elías-; he llegado tarde, desconozco a sus jefes... ¡salvaos, señor, conservaos para vuestro país!.
- ¿A dónde huir?. ¡Esta noche me esperan! –exclamó Ibarra pensando en María Clara.
- ¡A otro pueblo cualquiera, a Manila, a casa de alguna autoridad, pero en otra parte, para que no se diga que dirigíais el movimiento!.
- Y ¿si yo mismo denuncio la conspiración?.