Capítulo 13: La Clase De Fisica - Page 7 of 8

—¡Júsito, júsito! De manera que todavía te tragas diez,-porque no te he pillado más que tres veces... ¡Uy! si te pilloen todas... Y ¿cuántas son tres por cinco?

—Quince...

— Quince, parejo camaron con cangrejo! concluyó el cate-drático cerrando la lista; si te descuidas una más, sulung!iapuera de la tuerta! Ah! y ahora una faltita de leccion diaria.

Y abrió de nuevo la lista, y buscó el nombre y puso la rayita.

—Vaya! una rayita! decía; como no tienes aun ninguna!

—Pero, Padre, exclamaba Plácido conteniéndose; si V. R.me pone la falta de leccion, V. R. me debe borrar las deasistencia que me ha puesto por este día!

La Reverencia no respondió; consignó primero lentamentela falta, la contempló ladeando la cabeza — la rayita debía serartística, — dobló la lista y despues con toda sorna preguntó;

– ¡Abá! y por qué, ñol?

— Porque no se concibe, Padre, que uno pueda faltar á clasey al mismo tiempo decir la leccion en ella... V. R. dice que,estar y no estar...

—¡Nacú! metapísico pa, prematuro no más! Con que nose concibe, ja? Sed patet experientid y contra experentiant negan-tern, fusilibus est argiiendunt, entiendes? Y no concibes tú, cabezade filósofo, que se pueda faltar á clase y no saber la leccional mismo tiempo? Es que la no-asistencia implica necesaria-mente la ciencia? Qué me dices, filosofastro?

Este último mote fué la gota de agua que hizo desbordar lavasija. Plácido que entre sus amigos tenía fama de filósofo,perdió 1a paciencia, arrojó el libro, se levantó y se encaró conel catedrático :

—¡Bastante; Padre, bastante ! V. R. me puede poner lasfaltas que quiera, pero no tiene derecho á insultarme. Qué-dese V. R. con su clase, que yo no aguanto más.

Y sin más despedida, salió.